viernes, 24 de agosto de 2012

¿Por qué?

¿Por qué? ¿por qué siempre acabo cediendo? siempre pasa lo mismo, me haces daño, me enfado, lo intentas arreglar, te perdono, pero me prometo a mi misma que no volveré a caer en tus brazos, caigo, me ilusiono, y acabas por volver a hacerme daño. Tal vez tu mamá no te ha enseñado, que a una princesa no se la hace llorar, si no reír, no se le hace sufrir, sino disfrutar de cada segundo que este contigo, y mucho menos  se le hace daño, por que las princesas perdonamos... pero nunca olvidamos. Estoy harta, harta de ser tan débil como si de un  cervatillo que cae en una trampa se tratase, harta de que me trates como a un juguete, harta de ti, de tus mentiras, y de tus engaños. Me siento tan mal, tan sucia, sin tan pocas ganas de seguir adelante, y esto es un pecado, es un pecado que una chica de mi edad diga estas gilipolleces, pero estas gilipolleces son fruto de el daño que me has echo, y te prometo que algún día sufrirás tanto como yo he sufrido por amor, créeme, el karma hará que pagues por todo el daño que me has echo, y cuando por fin te halla explotado toda tu mierda en la cara, entonces no seré mas feliz, no, pero al menos sabré que has aprendido la lección.

1 comentario:

  1. Bonita entrada, me identifico bastante porque yo tambien tropiezo y vuelvo a caer con la misma "piedra"
    te sigo :)
    un beso desde http://quierovolarmirandotusojos.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar