miércoles, 6 de marzo de 2013

La carta

Aquella carta decía: Querida princesa, soy tu príncipe,el que te ha acompañado todas estas noches cuando te dormías arropada por tus lágrimas, el que te ha observado durante todos los días hasta que llegaban las noches y nos veíamos, soy él, soy tu príncipe, y tú, tesoro, tú eres mi princesa, pero te escribo para comunicarte que no vas a volver a soñar conmigo, no volverás a verme, no volverás a sentirme. Mis besos y mis abrazos desaparecerán de tus sueños, y al instante lo haré yo. No llores princesa, estoy a tu lado. Posdata te quiero. Levanté la mirada y allí estaba él, esta vez si podía verle la cara, era él, mi príncipe de ojos marrones y mirada profunda, era él, con una amplia sonrisa y unos labios perfectos, era él... Tras muchas noches soñándole ahora le tenía frente a mi y no sabía que decir, no sabía que hacer, pero él puso remedio a ese pequeño problema acercándose a mi y besando mis labios lentamente, con una dulzura que jamás había sentido, y entonces lo tuve claro, *ÉL* era mi príncipe, mi príncipe azul. Y esta es la historia de una princesa que vio su sueño echo realidad, esta es mi historia. *Creer en los sueños no nos hace niños, nos da razones para seguir adelante y seguir siendo fuertes*

martes, 5 de marzo de 2013

Posdata te quiero.

Estaba dispuesta a volverlo a ver, aquel príncipe azul era mío, tenía que ser mío, y aunque tras varias noches viéndonos una noche no se presentara no significaba nada, el y yo estábamos echos para estar junto yo su princesa y el mi príncipe una historia de dos, un cuento de hadas. Esa noche tenía que verlo, quería verlo, necesitaba verlo. Decidí dormirme pronto para poder conciliar el sueño antes, para así verle lo antes posible. lo conseguí, me dormí, y de repente aparecí en un lugar muy feo, era un pantano, hacía humedad, olía mal, y el ambiente daba miedo.Pero aún así decidí levantarme del suelo e ir en busca de mi príncipe azul, ande unos cuantos metros y una luz me atrajo a una cascada. Al lado de la cascada estaba él, sabía que no me fallaría, lo sabía. me acerqué, y se giró hacia mi, jamás conseguí verle la cara, no me lo permitía pero yo sabía que tenía una belleza incomparable, sabía que era perfecto en cuerpo y en alma. Me cogió la mano y poso sobre ella un sobre, era una carta, y por lo que entendía quería que la leyese, cuando fui a abrirla desperté, ya no estaba en mi sueño, ahora estaba en mi habitación, pero esta vez sucedió algo extraño, seguía con la carta en la mano...

La historia continua

Esa noche me dormí sin lágrimas en las mejillas, mi cama estaba vacía, pero mi corazón también, todo había cambiado, yo había cambiado, y es que aquel corazón que hace unas semanas latía con ritmo y calor se enfrío y dejo de latir, me di cuenta de que esperar a alguien es perder el tiempo y que nadie quiere perder el tiempo por nadie, por que al parecer nadie tiente tiempo, pero siempre está él. Me acosté con la esperanza de volverlo a ver, de poder sentirlo una vez mas junto a mi, pero al parecer aquello cambió también, había dejado de soñar, solo podía ver una oscuridad profunda y fría, y ni rastro de él. ¿Donde estaba? ¿por que no apareció como todas aquellas noches? ¿lo volvería a ver? Al día siguiente me desperté y di un largo paseo por la playa, me suele ayudar, y mientras caminaba me iba girando para ver mis pisadas pintadas en la arena, iban desapareciendo una a una, lentamente detrás de mi, como si no quisiesen dejar rastro, tal vez querían desaparecer, como yo.Caminé hasta llegar a una zona con mas piedras que arena y me senté, quería llorar, pero no podía, las lágrimas formaban parte de mi pasado, un pasado lleno de dolor y sufrimiento que no querría recordar jamás. A lo lejos vi un pequeño velero, solo, y en el había un chico, no podía descifrar como era pero era un chico, estaba solo, como yo, y sin embargo tenía la fuerza suficiente como para navegar con su velero, me saludó, sonreí, y entonces me di cuenta de que la historia continuaba.

*sueños*

Ayer, mientras dormía arropada por mis lagrimas me vino una imagen a la cabeza, era yo, sola, con mi corona medio caída y rodeada por un bosque lleno de soledad, y cuando mas sola me sentía apareció el, ese chico con el que sueño todas las noches, ese chico que me llama "mi princesa" y se haca llamar "tu príncipe azul". levanté la mirada y ahí estaba, sonriéndome como la primera noche que le soñé, me miro y me puso una capa por encima arropándome con su aroma y su dulzura, acto seguido me subió a lomos de su caballo blanco y me llevo a un castillo, un castillo que jamas había visto pero reconocía, una castillo que no era mio, pero olía a mi, un castillo que no era mi casa, pero en el que me sentía cómoda me ofreció la cama y me acosté... y entonces, desperté, aquel sueño había llegado a su fin. (entre lagrimas la princesa acabo su relato) me pregunto cuando volveré a ver a "mi príncipe azul", cuando volveré a soñar....