martes, 5 de marzo de 2013

Posdata te quiero.

Estaba dispuesta a volverlo a ver, aquel príncipe azul era mío, tenía que ser mío, y aunque tras varias noches viéndonos una noche no se presentara no significaba nada, el y yo estábamos echos para estar junto yo su princesa y el mi príncipe una historia de dos, un cuento de hadas. Esa noche tenía que verlo, quería verlo, necesitaba verlo. Decidí dormirme pronto para poder conciliar el sueño antes, para así verle lo antes posible. lo conseguí, me dormí, y de repente aparecí en un lugar muy feo, era un pantano, hacía humedad, olía mal, y el ambiente daba miedo.Pero aún así decidí levantarme del suelo e ir en busca de mi príncipe azul, ande unos cuantos metros y una luz me atrajo a una cascada. Al lado de la cascada estaba él, sabía que no me fallaría, lo sabía. me acerqué, y se giró hacia mi, jamás conseguí verle la cara, no me lo permitía pero yo sabía que tenía una belleza incomparable, sabía que era perfecto en cuerpo y en alma. Me cogió la mano y poso sobre ella un sobre, era una carta, y por lo que entendía quería que la leyese, cuando fui a abrirla desperté, ya no estaba en mi sueño, ahora estaba en mi habitación, pero esta vez sucedió algo extraño, seguía con la carta en la mano...

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